Ángeles Luna y Javier Toledo están realizando su primer acogimiento y entregaron su testimonio a la subsecretaria Verónica Silva.

Tras atravesar un proceso de postulación, evaluación y capacitación, el matrimonio de Ángeles Luna y Javier Toledo, hoy pueden proteger, reparar y acompañar la vida de una niña de 5 años de quien son familia de acogida.

Ambos no tienen hijos y este es su primer acogimiento, el que asumen con compromiso, motivación y con el apoyo, asesoría y acompañamiento de un equipo profesional especializado del programa Familias de Acogida del Servicio de Protección. Al mismo tiempo, la niña recibe acompañamiento profesional, ello mientras el tribunal define si su cuidado definitivo lo tendrá la familia de origen o una familia adoptiva.

En su visita por la región del Maule, la subsecretaria de la Niñez, Verónica Silva, se reunió con la familia para conocer cómo ha sido este proceso y recoger el valioso testimonio de quienes, por primera vez, se atreven a restituir el derecho a vivir en familia de una niña que no conocían hasta que llegó a sus vidas.

“Fue una conversación muy importante para poder entender, por un lado, las motivaciones que tienen las familias para ser familia de acogida y, por otro lado, cuáles son los desafíos y las ventajas que los niños tienen en el proceso”, valoró la subsecretaria Verónica Silva.

Además, resaltó el altruismo de quienes decidieron ejercer el poder de cuidar: “Yo creo que aquí hay un esfuerzo importante que hacen las familias en beneficio y en función del bienestar de los niños, y no de sí mismas. Hay un proceso mucho más profundo que simplemente tener una casa y un lugar donde los niños estén mejor. No necesito una gran casa para poder tener un buen vínculo con los niños y yo creo que, en ese sentido, las familias de acogida son una tremenda oportunidad”.

Por su parte, Javier Toledo destaca “hemos recibido todo el acompañamiento” en el proceso de restituir el derecho a vivir en familia”.

Para Ángeles Luna “la alegría, el amor que se recibe de vuelta, es realmente inconmensurable, no hay palabras para definirlo. Quiero invitar a la gente que se haga familia de acogida, porque uno está ayudando a un niño, está cambiando una vida. Invitarlos a que pregunten, porque dudas y miedos hay siempre, pero que pregunten, que se informen, porque una decisión informada siempre va a ser una buena decisión”, recalcó.

¿Quiénes pueden ser familias de acogida?

Finalmente, la directora regional del Servicio de Protección en el Maule, María Francisca Cabello, reforzó la idea de que lo más importante para ser familia de acogida es contar con el compromiso y motivación.

 “Pueden ser familia de acogida personas solteras, personas con hijos, sin hijos, casados, separados, familias homoparentales. Buscamos personas que quieran cambiarle la vida a un niño y niña, con cuidado, cariño y protección transitoria. Los únicos requisitos son: ser mayor de edad, no tener antecedentes penales y no estar inhabilitado para trabajar con lactantes, niños, niñas y adolescentes”, indicó.

Conoce más en https://www.servicioproteccion.gob.cl/portal/Familias-de-Acogida/.