El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, acusó de «vandalismo» y «conductas indecentes» a las personas que protestaron tras tres días de apagón casi total en el país. Durante una reunión para evaluar la recuperación del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), afirmó que la revolución no tolerará este tipo de manifestaciones y que los infractores serán procesados conforme a la ley.

Las protestas, que incluyen cacerolazos en barrios como San Miguel del Padrón en La Habana, han circulado en redes sociales, y algunos ciudadanos han llamado a reproducirlas en otras localidades. El ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, también condenó duramente las manifestaciones, refiriéndose a los manifestantes como «cobardes que no razonan».

La presencia policial ha aumentado en La Habana desde el viernes, con agentes y patrullas desplegados en las principales calles. La crisis energética en Cuba, agravada por la escasez de combustible y averías en las centrales termoeléctricas, ha dejado sin electricidad a la mitad del país en algunos momentos, impulsando el descontento social.

Los frecuentes apagones no solo perjudican la economía, sino que también han sido un factor clave en las principales protestas antigubernamentales de los últimos años, como las del 11 de julio de 2021 y las recientes manifestaciones de marzo en Santiago de Cuba.