En agosto, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) mostró un alza mensual del 0,3%, alcanzando un acumulado de 3,4% en lo que va del año y 4,7% en los últimos 12 meses. Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), productos como la carne de pollo y las verduras de estación experimentaron aumentos notables, mientras que el pan y algunos medicamentos vieron caídas en sus precios.

El académico de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Los Andes, Nicolás Román, señaló que el alza en comparación con el mes de julio, está dentro de lo esperado.

«Podríamos decir que está en la parte alta de lo esperado, esta variación del 0.3%. Y hay efectos en alimentos y bebidas principalmente, viviendas y servicios básicos, que es lo que más pesa dentro de está variación. Y dentro de los alimentos, tenemos alzas en hortalizas, producto de los efectos climáticos de las semanas y meses anteriores, lo que hace subir algunas verduras, como el tomate, la zanahoria y el pimentón. La carne de pollo también ha experimentado un alza importante y es un producto sustituto de la carne de vacuno, de precios muy altos, y podría deberse a un aumento de la demanda.»

El reporte detalla que seis de las trece divisiones de la canasta del IPC registraron aumentos en sus precios, destacando alimentos y bebidas no alcohólicas con un alza del 0,5%, y vivienda y servicios básicos con un 0,4%. Sin embargo, los seguros y servicios financieros mostraron una baja significativa del 2,1%. Otros productos con subidas relevantes fueron el gas licuado y las comidas en restaurantes, mientras que los medicamentos digestivos y el pan disminuyeron en su valor.

El académico señala además que en vivienda está el efecto del gas, donde Chile es un exportador de este recurso, donde el principal proveedor por geografía es Argentina, a través de diversos gasoductos y transporte terrestre.

«Argentina está teniendo serios problemas de abastecimiento interno los últimos meses, lo que ha trasladado el abastecimiento dando mayor preponderancia a las exportaciones marítimas, lo que explicaría el efecto en el alza de precios. Y las otras alzas son los arriendos, muchas veces indexado a UF o con mecanismos de reajustabilidad asociados a la variación del IPC».

En paralelo, el Banco Central anunció una baja de la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 25 puntos base, llevándola al 5,5%. Esta medida responde a la proyección de que la inflación alcanzará la meta del 3% para 2026, con un ritmo de ajuste de la TPM más acelerado que lo previsto en junio, en función de la evolución macroeconómica del país.