En una investigación que comenzó en 2022, la Brigada Antinarcóticos de la PDI de Curicó, junto con la fiscalía, desarticuló una banda criminal de narcotraficantes liderada por tres hermanos chilenos y venezolanos. Estos individuos fueron responsables de introducir grandes cantidades de droga en Chile, con la colaboración de proveedores en Bolivia y Colombia. La droga era transportada y almacenada en Curicó, desde donde se distribuía a consumidores y traficantes locales.

El fiscal Rodrigo Pizarro, de la Unidad de Análisis Criminal y Alta Complejidad (UNAAC), explicó que los líderes de la banda dirigían a un grupo de delincuentes subordinados, quienes operaban principalmente en la Villa Eduardo Frei, en el sector Santa Fe de Curicó. La red delictual estaba compuesta por Francisco Alejandro y José Ignacio Aliste Grandón, junto a su hermanastro Desiderio Antonio Aliste Cabello, quienes contaban con el apoyo de otros cinco individuos para la distribución de la droga.

El tribunal emitió una sentencia que condena a estos ocho miembros de la banda a un total de 98 años de prisión por su participación en actividades de tráfico ilícito de drogas. Las penas individuales varían entre diez y quince años de presidio, además del pago de multas que suman más de 21 millones de pesos. El fiscal Pizarro destacó el grave daño social y el riesgo para la seguridad pública que representaron las acciones de estos delincuentes.

Las defensas de los condenados tienen un plazo de diez días para presentar un recurso de nulidad ante la Corte de Apelaciones de Talca o la Corte Suprema, en un intento por revertir las severas condenas impuestas por el tribunal.