Con motivo del Día de la Concienciación sobre el Autismo, se ilumina una luz especial sobre la importancia de fomentar la inclusión y el entendimiento hacia las personas con autismo y otras alteraciones del neurodesarrollo. En Molina, una iniciativa particularmente sobresaliente ha captado la atención de la comunidad: la implementación de pictogramas en los pasos peatonales. Estos “dibujitos”, más que simples adornos, son herramientas vitales que pueden salvar vidas. Facilitan la comprensión de acciones cotidianas, como cruzar la calle, para aquellos que podrían no percibir automáticamente los riesgos asociados sin esta forma de comunicación visual.

Los pictogramas representan un puente hacia la autonomía y la seguridad para jóvenes con condiciones neurodivergentes, permitiéndoles navegar el espacio público con mayor confianza. Al detenerse ante un pictograma, tienen la oportunidad de procesar visualmente lo que se espera de ellos en situaciones específicas. Esta intervención, aparentemente sencilla, marca una diferencia profunda en su interacción con el entorno, proporcionándoles claves visuales adaptadas a su modo de procesamiento.

Iniciativas como esta son un claro ejemplo de cómo, con creatividad y empatía, podemos contribuir a construir una sociedad más inclusiva. Los pictogramas no solo aumentan la seguridad de las personas con alteraciones del neurodesarrollo, sino que también sirven como recordatorios constantes para el resto de la comunidad sobre la diversidad de necesidades y perspectivas entre sus miembros. Al reconocer y adaptarnos a estas diferencias, damos pasos significativos hacia la inclusión plena, demostrando que todos merecen ser visibilizados y considerados en el diseño de nuestros espacios compartidos.

Fuente Inclusión Molina

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