El Banco Central de Chile presentó el Informe de Política Monetaria (IPoM) de septiembre de 2024, señalando una desaceleración en la actividad económica durante el segundo trimestre del año, tras un inicio dinámico. Este enfriamiento, mayor a lo previsto, se atribuye principalmente al deterioro del consumo privado. El informe también destaca un aumento en la inflación anual, que alcanzó el 4,4% en julio, impulsado por el alza de precios en bienes volátiles como electricidad y alimentos.

En cuanto al crecimiento económico, el Banco Central ajustó su proyección para 2024, con una expansión estimada entre 2,25% y 2,75%, ligeramente menor a la esperada en junio. Las previsiones para 2025 y 2026 se mantienen entre 1,5% y 2,5%. La inversión, por su parte, mostró signos de estabilización después de una fuerte caída el año anterior, con un notable dinamismo en el sector minero.

En el ámbito de la política monetaria, el Consejo del Banco decidió reducir la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 25 puntos base, situándola en 5,5%. Esta medida se tomó en respuesta a la debilidad del gasto y la expectativa de una inflación alineada a la meta del 3%, lo que permitiría una reducción más rápida de la TPM hacia su nivel neutral.

Finalmente, el Banco Central advirtió sobre los riesgos externos, especialmente en el contexto geopolítico y financiero global, señalando que la volatilidad en los mercados internacionales, particularmente en Estados Unidos, continúa siendo una preocupación clave para la economía chilena.